Cuando todo falla

22 octubre 2012
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 Cuando todo falla… Ella está. El abrazo de una madre, la calidez de un te quiero, el sueño de una alegría. Tener la suerte de poder cobijarse tras su oración es, quizás, la simbiosis más perfecta que pueda existir -y sea posible- sobre la faz de la tierra.

Su nombre, es: Esperanza; Su sonrisa, es: Macarena. Una joven que quiso conquistar corazones cuando tenía diecinueve años. La más bella y perfecta obra que se ha podido hacer y que vaya encima de cualquier palio de plata. Simplemente, Ella.

La devoción es algo íntimo. Especial. Todos, absolutamente, todos, vivimos con su imagen en nuestros pensamientos. Tan grande es la fe que hasta, soldados romanos, los mismos que prendieron a su hijo, son capaces de dejar sus vidas por defenderla. Sencilla, bonita, linda, coqueta, personal, cariñosa… Es así mi Esperanza. Por la cual tantas y tantas horas a conseguido ser la guía de mis pensamientos y consejera en mis obras. Ayuda en mis decisiones y pilar de mi vida. No sabría definir que es <<ser macareno>> si me lo preguntasen, sinceramente. La veo una respuesta tan difícil que solo se me ocurre una cosa: “Mírala y tú me lo dices..”.

Es grandeza ir por calles, por rincones, ciudades y cruzarse con personas que no conoces de nada, a las cuales, jamás has visto, pero que llevan en el pecho, protegiéndolas y confiando en ella, su  bendita cara. Algo tan sobrenatural como el sentir en tu corazón que “tus hijos, también serán Macarenos”. Pensar en el pasado y acordarte de Ella; Vivir el presente y confiarlo en Ella… Entregarle nuestro futuro a Ella.

¿Qué es ser macareno? -Mírala y tú me lo dices.


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