Esperanza Macarena, siempre Virgen María

17 marzo 2013
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Quizás el emblema de todo sevillano sea la giralda, esa torre flamenca coronada por un giraldillo.
Pero yo siendo gaditana y amante de esa ciudad de ensueño, no lo encuentro más que en el "arco sevillano". El que aguarda receloso el mayor de los tesoros. Que suerte tiene Sevilla de que la Madre de Dios quisiera quedarse allí eternamente, bajo el amparo de la dulce mirada de su Hijo cautivo, y que a la vez nos hace libre a nosotros. Y que suerte tiene Sevilla de que cada "Madrugá", llene cada rincón de Esperanza, eso que dicen que jamás se pierde, y que es el mensaje que Ella nos transmite. ¿Acaso Jesús se rindió con el peso de la cruz? ¿Acaso Ella abandonó en algún momento su misión de ser mediadora y servidora del Señor? "La Esperanza es el único bien común a todos los hombres, los que todo lo han perdido aún la poseen" y de eso se encarga Ella de transmitirlo, no sólo una noche al año, sino cada instante de nuestras vidas. Que suerte tiene Sevilla de que la Virgen baje en su bendito mes del camarín para que sus hijos le besen la mano. Y si Sevilla tiene suerte, más suerte tengo yo de tener a mi Madre esperando que vaya a verla, y refugiarme en su mirada, ver y sentir como me escucha y me ofrece su protección y amparo, a pesar de la distancia. El latir de tus mariquillas marcan los latidos de mi corazón. Que suerte tener la certeza de que cuando vaya al cielo, la que me reciba tendrá, no cara de pena sino tu bendita cara Esperanza Macarena, siempre Virgen María.

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