La Caja de la Esperanza

25 febrero 2016
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«Todo encaja en la Caja que contiene este mosaico que rompe la cabeza y recompone el corazón»

Apareces en medio de la noche, en ese espacio de tiniebla que conforma la montaña hueca del fracaso, en esa catedral que elevaron al cielo para engañar al tiempo con la piedra, como si el hombre estuviera hecho de la materia inerte de la inmortalidad, como si fuéramos capaces de resistir la marea negra que algún día nos llevará a esa madre que es la tierra, a esa almohada fría que no se cansa de esperarnos.

Apareces en el violonchelo de tu cuerpo, en esa curva que forman tu cintura y tu bondad, tu vientre suavemente curvo como el firmamento, y apareces en la luz que desprendes, porque eres Tú quien va bajo el palio que desafía al rigor de la oscuridad, eres Tú la que lloras por mí al verme desvalido como un niño que se avergüenza de lo que ha hecho el hombre que manchó su alma, eres Tú la que anuncias la resurrección que me espera, eres Tú la estrella de mi mañana y la esperanza mía que me duele por dentro como una espina de miel, la misma que tiñe tus ojos abiertos de par en par.

Apareces y todo lo arrasas, porque el todo eres Tú a partir de ese momento, eres la zancada del escalofrío que rompe los moldes de la vida y de la muerte en San Lorenzo, eres el agua que pasa bajo los puentes que tiendo para buscarte en el suspiro interminable de tu Cachorro extendido como un río que no cesa de agonizar.

Antonio Casado te conoce como si Tú lo hubieras parido -en realidad todos somos hijos tuyos, aunque algunos no lo merezcamos- y te sacó de la tiniebla con el violonchelo de Cebrián para que la Caja de la Semana Santa nos recorriera a través de la única calle por la que pasan cofradías. La verdadera procesión siempre va por dentro. Y por eso el texto primoroso y exquisito de mi querido Diego Geniz, paisano del pueblo y del alma, se ajusta al aire fino -¡ay, ese azulejo tan bien traído de Romero Murube como antídoto del kitsch!- que todo lo envuelve. Y por eso la voz de Amalia Sánchez tiene la dulzura de la primavera machadiana y el hondo sentir que heredó de su padre. Porque todo está dispuesto para sacar de esta Caja la verdadera Semana Santa, la que conforma un tratado sin axiomas ni silogismos: la teología del corazón.

Bajo los alardes técnicos, bajo los prodigiosos planos que nos permiten ver la fiesta desde lo alto de un paso, bajo todo ese aparato impecable y colosal, la emoción. Una emoción que apareció cuando Tú apareciste. Cuando Casado te sacó de la sombra como Velázquez sacó a su Cristo, como Rembrandt se sacaba a sí mismo en sus autorretratos. Exactamente igual.

¿Comprendes ahora por qué lloré al verte en toda la ciudad? Eres la que traspasas el Arco que me separa de la vida, eres la que surge del mar o de la catedral, del retablo de las olas o del vaivén barroco de la madera, da lo mismo, porque todo eres Tú, y ahora lo sé, y por eso he llorado como un niño al verte en los niños que acompañan al mismo paso que yo acompañé cuando mis ojos eran los cristales puros del asombro. Eres la ciudad que habito y eres el cielo dolorosamente azul que la cubre, eres el pájaro morado de la angustia y eres la flor que todo lo cura con tu presencia, eres el mundo porque el mundo sin ti no tiene sentido, eres el universo porque tú marcas las reglas de los planetas y las constelaciones.

Eso lo sabemos mi hermano Casado y yo. No hace falta que yo se lo diga, ni falta hace que él me lo recuerde. Pero Te ha colocado ahí y me ha partido el alma. Como siempre hace cuando llega hasta el fondo. Él sabe que eres La que eres. Eres la que apareció en medio de la noche de piedra y soledad, sin más fondo que el mar negro de la ausencia. Todo encaja en la Caja que contiene este mosaico que rompe la cabeza y recompone el corazón. Eres La que eres. Eres la astilla que se ha clavado en mi corazón. Y por eso, porque eres la Esperanza, yo no tengo más remedio que esperarte.

Francisco Robles,  22 de febrero de 2016

Publicado en  sevilla.abc.es/pasionensevilla/opinion/la-opinion-de-francisco-robles/la-caja-de-la-esperanza-89971-1456099582.html


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