Ponencia del Rvdo. Sr. NHD. Antonio José Mellet Márquez

27 septiembre 2016
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La segunda ponencia del III Encuentro de Hermandades de la Esperanza Macarena, estuvo a cargo de nuestro director espiritual, y llevó por título “La centralidad del culto divino en la vida y misión de las Hermandades y Cofradías”. Por motivos ajenos a la organización de la jornada, el ponente hubo de hacer una síntesis de su ponencia para poder minimizar cierto retraso de tiempo, pero aun así, quiso transmitir de manera clara las dos grandes ideas que constituían el esquema de su intervención.

De una parte, comenzó exponiendo qué entiende la doctrina católica por culto divino, aunando sus dos grandes dimensiones: el culto litúrgico o celebrativo (ya sea sacramental o no) y el culto espiritual o existencial (que prolonga en la vida cotidiana el Misterio celebrado litúrgicamente); subrayó el ponente de manera adecuada que ambas dimensiones del culto cristiano, entendido como reverencia que se debe tributar a Dios, están conectadas y que, si potenciásemos una en detrimento de la otra, difícilmente estaríamos ante una verdadera acción cultual agradable a Dios y constructora de cristianos coherentes con el mensaje de Jesucristo y con el seguimiento de su Persona. En efecto, permanecer en el culto litúrgico sin que éste se prolongue e incida en la vida del cristiano, es reducir el culto a Dios a mero formalismo y rito vacío; y pretender tributar a Dios un culto existencial sin alimentar y celebrar la fe en comunidad, es simple filantropía y humanitarismo, valores muy apreciados pero muy alejados del mandamiento del amor que el Señor nos encomendó.

Seguidamente nuestro director espiritual concretó la importancia del culto (en sus dos dimensiones, litúrgica y existencial) en la vida interna de nuestra Hermandad, a partir de la lectura de la Regla II de nuestras Reglas. Ciertamente, de un culto dirigido a Dios “en espíritu y en verdad” (Jn 4, 23) han de brotar las demás acciones encaminadas al ejercicio de la caridad y a la acción misionera y evangelizadora, pues no es posible a un cristiano vivir el mandamiento del amor y el envío del anuncio misionero, si previamente no se ha encontrado con Cristo y no ha celebrado la fe en comunidad, a través de la sagrada liturgia, y descubriéndose parte importante de la comunidad eclesial.

Por último, presentó a María, la Madre del Señor, como modelo de creyente que ejerce un culto a Dios según la voluntad del Padre, pues aúna en su propia vida el culto litúrgico con el existencial, mostrándonos el conferenciante algunos ejemplos extraídos de la Sagrada Escritura; habiendo pasado algunos minutos sobre el mediodía, el ponente quiso concluir con el rezo del Ángelus, para saludar así a la Virgen y recordar el inicio del cumplimiento de las promesas divinas de salvación.

Fotografías NHDª Soledad Gómez.


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