Jesucristo es el Señor

1 abril 2018
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Artículo de N. H. D. Antonio J. Mellet Márquez, Rector de la Basílica y Director Espiritual de la Hermandad. “Queridos hermanos: ¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡Jesús, que ha resucitado verdaderamente, es el Señor!

El Misterio de la Resurrección del Señor es el acontecimiento que da sentido y razón de ser a la Iglesia y, consecuentemente, a quienes la formamos, esto es, los cristianos, seguidores de Jesucristo, pues como dice el apóstol San Pablo, “si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe” (1ª Corintios, 15, 17), ya que, en efecto, los cristianos no hemos puesto nuestra fe en uno que está muerto y sepultado, ni nuestra esperanza la hemos depositado en una vida que termina en muerte y destrucción, sino que nuestra fe es la convicción profunda de que Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, murió verdaderamente y verdaderamente resucitó al tercer día, traspasando las frontera de la muerte y abriendo nuestra esperanza a la vida eterna.

En este sentido, debemos ser profundamente agradecidos con Dios, nuestro Padre, que resucitó a su Hijo Jesucristo y nos llama a una creación nueva y definitiva en el Reino de los cielos, donde ya no habrá “llanto, ni luto ni dolor” (Apocalipsis 21, 4), sino que se consumará el fin de nuestra creación, que no es otro que, al haber sido creados para el Señor, alabar, bendecir y adorar a Dios Trinidad durante toda la eternidad. ¡Cuántas personas en nuestro mundo desconocen esta verdad y se afligen pensando en la muerte como el último destino del hombre! En realidad, la Resurrección de Cristo hace posible la perspectiva de nuestra propia resurrección y la vida nueva y definitiva junto a Dios en su Reino.

Durante la cincuentena pascual, es decir, los cincuenta días que median entre el Domingo de Resurrección y el Domingo de Pentecostés, cuando celebremos la llegada del Espíritu Santo, tenemos la oportunidad de profundizar y revivir esta verdad absolutamente fundamental como es la Resurrección del Señor Jesús, especialmente de la mano de la Virgen María, la Madre del Señor, quien experimentó también la Resurrección del Hijo; recordemos que es propio de este tiempo pascual sustituir el rezo del Ángelus al mediodía por el rezo del Regina coeli, con el que saludamos a la Virgen y la felicitamos por la Resurrección de Jesucristo, creciendo así en la devoción mariana mientras proclamamos nuestra fe en la Resurrección.

Proclamar la Resurrección de Jesús es afirmar que Cristo es el Señor, esto es, que Jesucristo es el dueño y el centro de nuestra existencia, de tal manera que nuestra vida se convierta, por el seguimiento e imitación del Señor desde la fe, en testimonio de su señorío ante el mundo. Ésta es la experiencia pascual a la que la Iglesia nos invita en este nuevo tiempo litúrgico, tiempo de renovación espiritual, de alegría por experimentar la cercanía de Jesucristo y de crecimiento en la esperanza de una vida nueva iluminada por el triunfo de Jesús sobre el pecado, la muerte y la destrucción.

Os deseo, queridos hermanos, que Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y su Bendita Madre, a quien nos dirigimos con los títulos de María Santísima de la Esperanza Macarena y Nuestra Señora del Santo Rosario, nos concedan una renovadora experiencia pascual y la certeza absoluta de que Jesucristo Resucitado es el Señor, afianzándose nuestra fe y nuestra esperanza en Él”.

Antonio José Mellet Márquez, Rector de la Basílica y Director Espiritual de la Hermandad de la Macarena.

 


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