CAPÍTULO II. DEL ÁMBITO DE ACTUACIÓN DE LA ASISTENCIA SOCIAL
ARTÍCULO 3º.- La crisis de valores de nuestra sociedad así como las continuas actitudes de insolidaridad dan lugar a nuevas situaciones de opresión y marginación en las que debemos centrar nuestros esfuerzos para intentar suprimir de forma total o parcial los efectos de los males producidos y las causas de losmismos.
A continuación señalamos los principales sectores a los que debemos asistir:
a) Enfermos con necesidad de apoyo moral y ayuda material.
b) Adictos, toxicómanos y enfermos con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) con necesidades de tratamiento y rehabilitación en centros especializados.
c) Situaciones de paro forzoso prolongado, jubilaciones insuficientes y otras situaciones de pobreza vergonzante a las que, con el máximo respeto a la libertad y dignidad de las personas, debemos prestar los necesarios auxilios.
d) Ancianos, con especial atención a aquellos con necesidades físicas y materiales y problemas de soledad.
e) Disminuidos exigiendo el máximo respeto hacia estas personas y promoviendo cauces para su integración laboral y social.
f) Menores abandonados, iniciados en la drogadicción y la delincuencia precoz que necesitan de protección, apoyo escolar, actividades de tiempo libre, etc.
g) Mujeres maltratadas y en situación de desigualdad social, abocadas a situaciones desesperadas y que deben ser tratadas con el máximo respeto e igualdad en cuanto a sus derechos, y con las que debemos compartir nuestro cariño y dar nuestra ayuda moral y material.
h) Seres marginados, inmigrantes, desarraigados y excluidos a los que debemos prestar nuestra mayor solidaridad y apoyo bien directamente o en colaboración con instituciones especializadas y centros de acogida.
ARTÍCULO 4º.- Dada la naturaleza y los fines de nuestra Hermandad y con objeto de una mayor y mejor concreción de esfuerzos, se define el siguiente orden de prelación para las actuaciones a realizar:
a) Hermanos cuya situación de necesidad coyuntural o sostenida necesiten de nuestra ayuda.
b) Personas de la feligresía y/o del barrio de la Macarena que se encuentren en dificultades.
c) Instituciones Benéficas a las que podamos prestar nuestro apoyo o bien establecer convenios de colaboración y Tercer Mundo considerando no sólo los países subdesarrollados sino cualquier situación nacional o extranjera que presente características de marginalidad y/o pobreza.
d) Cualquier otra Institución o persona que solicite y necesite de nuestra ayuda.
Con independencia de lo anterior, la Hermandad se obliga, mientras sus posibilidades económicas se lo permitan, a sufragar los gastos de carrera de sacerdote tanto a Hermanos necesitados con suficiente vocación como a cualquier otro que desee cursar dichos estudios. A tal fin, la Hermandad instituirá becas en el Seminario Diocesano. Al mismo tiempo, se obliga, también, a contribuir con una aportación anual al Fondo Común Diocesano para subvenir a las necesidades de la Diócesis.
Anterior | Volver | Subir | Siguiente |