Carta del Director Espiritual con motivo del mes octubre
Queridos hermanos macarenos:
Con motivo del Año del Rosario, que se celebró entre el mes de octubre de 2002 y octubre de 2003, el Papa San Juan Pablo II dirigió a toda la Iglesia Universal la Carta Apostólica denominada “Rosarium Virginis Mariae” en la que subrayaba la importancia y actualidad de este método de oración, inspirado en la meditación de los misterios principales de la Vida de Jesucristo, en unión con su Madre, Santa María.
El Pontífice concluía que “lo que se ha dicho hasta aquí expresa ampliamente la riqueza de esta oración tradicional, que tiene la sencillez de una oración popular, pero también la profundidad teológica de una oración adecuada para quien siente la exigencia de una contemplación más intensa. La Iglesia ha visto siempre en esta oración una particular eficacia, confiando las causas más difíciles a su recitación comunitaria y a su práctica constante. En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada, se atribuyó a la fuerza de esta oración la liberación del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvación. Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oración la causa de la paz en el mundo y la de la familia” (n. 39).
Coincidiendo con el inicio del mes de octubre ―llamado “Mes del Rosario”―, deseo animaros a la práctica de este rezo que ciertamente nos introduce en la Vida y en el Misterio de Nuestro Señor, siempre de la mano de la Santísima Virgen María. Como ya indicase el Papa, debemos confiar a este rezo, entonces como ahora, la paz del mundo y la estabilidad y unidad de las familias, especialmente en la coyuntura social en la que nos hallamos, donde la sociedad se fragmenta debido justamente a la intemperie a la que está sometida la familia, y donde la paz sigue siendo un anhelo que a veces parece inalcanzable.
Resulta, por tanto, deseable que nos iniciemos en la práctica de esta devoción rezando algún misterio del Rosario individualmente cada día, para continuar con el Rosario rezado en su totalidad comunitariamente y en familia. En nuestra Basílica se reza el Rosario diariamente, de manera que os animo a participar de ese momento de oración comunitaria para acrecentar nuestro amor a Jesucristo y a su Santísima Madre.
Asimismo, contamos con la multisecular devoción a Ntra. Sra. del Rosario, Titular de nuestra Hermandad. El próximo día 7, en su festividad, celebraremos Función en su honor, precedida por tres días de Besamanos, y durante los días 18, 19 y 20 de este mes os convocaremos para la celebración del Triduo, como prescriben nuestras Reglas; finalmente, el domingo día 25 seremos congregados en torno a nuestra Titular para celebrar Función Principal de Instituto y Procesión de la Virgen del Rosario por las calles de nuestra collación.
Todos estos actos de culto y devoción a la Santísima Virgen, bajo la advocación del Rosario, van encaminados a que amemos más profundamente a la Virgen, conociendo mejor a Jesucristo, y alimentando así nuestras almas con la celebración de la Eucaristía y la meditación de la Vida de Cristo, a través del Rosario. Os recomiendo, en cuanto sea posible, la participación fructuosa en estos actos de culto y amor a la Virgen, así como el rezo frecuente del Santo Rosario.
Antonio J. Mellet Márquez, Pbro.
Director espiritual de la Hermandad