Fallece Joaquín Sainz de la Maza, Medalla de Oro y ex Hermano Mayor
A lo largo de los siglos de la historia de la Hermandad de la Macarena tanto los hermanos sencillos, humildes, casi anónimos, como aquellos que han dejado su impronta y sus nombres en los anales de la corporación, han contribuido todos -y lo siguen haciendo- a que esta gran familia macarena tenga una identidad singular y pueda cumplir sus fines esenciales: el culto, la formación y la caridad.
Se suele escribir sobre los grandes artistas que han creado sus mejores obras para la Hermandad de la Macarena, sobre los personajes afamados que han demostrado su amor a los Sagrados Titulares y han contribuido generosamente a su sustento y pervivencia, pero también es de justicia elogiar el papel importantísimo de otros muchos que han entregado parte de sus vidas a una gestión necesaria no solo para la continuidad de su actividad cotidiana sino que han procurado el mayor engrandecimiento posible de todas las celebraciones así como incrementar el patrimonio histórico que atesora la Hermandad.
N. H. D. Joaquín Sainz de la Maza y Conesa puede incluirse con plena justificación en esa privilegiada relación de Hermanos Mayores que han dejado el mejor recuerdo y una huella imborrable por el trabajo desarrollado durante sus mandatos, por el éxito de su gestión y la de sus equipos en las Juntas de Gobierno y por el legado transmitido a las generaciones posteriores. Joaquín Sainz de la Maza entró a formar parte de la Junta de Gobierno de N. H. D. José González Reina como Consiliario 2º en 1981 y pasó a Teniente de Hermano Mayor en la de N. H. D. José Luis de Pablo-Romero y Cámara en 1985, continuando en ese mismo cargo en el periodo de 1989 a 1993. En abril de ese año (1993) asume interinamente el cargo de Hermano Mayor por el repentino fallecimiento de D. José Luis. En estos años realizó una muy eficiente labor de coordinación de todas las áreas de la Hermandad.
En noviembre de 1993 fue elegido como Hermano Mayor continuando como tal en el periodo de 1997 a 2001. Se le concedió la Medalla de Oro de la Hermandad de la Macarena en el cabildo de hermanos celebrado en noviembre de 2010.
De la extensa actividad desarrollada por la Hermandad bajo su dirección, además de lo cotidiano, de lo habitual, hay que destacar algunos acontecimientos extraordinarios que siempre perviven en el recuerdo de los hermanos: los importantes trabajos de restauración del patrimonio; los solemnes actos de la conmemoración del IV Centenario de la Hermandad en 1995, que culminaron con la inolvidable y emotiva Misa Estacional en el Arco y el posterior recorrido apoteósico de la Santísima Virgen de la Esperanza por las calles del barrio; el Vía Crucis del Señor de la Sentencia a la Santa Iglesia Catedral en 1997, designado por el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla; la asistencia por vez primera de las hermanas a un Cabildo General y la aprobación de unas nuevas Reglas de la Hermandad donde se recoge la equiparación en derechos de los hermanos y hermanas; el hermanamiento formal, mediante carta suscrita, con la querida Hermandad de los Estudiantes, a la que se le otorgó la Medalla de Oro de nuestra hermandad; la salida procesional de las hermanas, como nazarenas, en la cofradía del 2001; la puesta en marcha de la primera página web de la Hermandad; así como otras muchas acciones e hitos históricos.
Con la partida de nuestro hermano Joaquín Sainz de la Maza hacia la compañía eterna del Señor de la Sentencia y de su Bendita Madre del Santo Rosario y de la Esperanza Macarena, cuyas advocaciones tanto y tan acertadamente contribuyó a difundir y consolidar, se cierra un fructífero capítulo de las últimas décadas del siglo XX en la rica historia de la Hermandad de la Macarena, una etapa que permanecerá viva en la memoria y en el corazón de los macarenos, con la obligada y justa muestra de gratitud permanente. Un periodo que, sin duda, ocupará un lugar preeminente en los documentados anales de la Hermandad de la Macarena.
La Hermandad de la Macarena aplica sus oraciones por el eterno descanso del alma de N. H. D. Joaquín Sainz de la Maza en la confianza plena de que haya sido acogida en el regazo de la Virgen de la Esperanza. Que brille para él la luz perpetua.