Acto de ofrenda del Azahar para el paso de palio

En un entrañable y sencillo acto celebrado en la Basílica, ha tenido lugar esta tarde, la tradicional ofrenda del Azahar para el paso de la Virgen de la Esperanza realizada por la familia Chiclana, y de tantas personas relacionadas en trabajo con ellas, dirigidos por D. Fernando Chiclana Lucena.
Por parte de D. Carlos Chiclana tuvo lugar la lectura del texto que íntegramente se reproduce y posteriormente el Sr. Hermano Mayor D. Manuel García García se lo agradeció públicamente.
PARA EL PASO DE PALIO DE LA REAL, ILUSTRE Y FERVOROSA HERMAMDAD Y COFRADÍA DE NAZARENOS DE NUESTRA SEÑORA DEL SANTO ROSARIO, NUESTRO PADRE JESÚS DE LA SENTENCIA Y MARÍA SANTÍSIMA DE LA ESPERANZA MACARENA
Queridísima Madre y Esperanza nuestra,
Te traemos hoy azahar, en señal de filial respeto
Su aroma es el cariño que en la familia te tenemos
Dejamos aquí las flores, nosotros después saldremos
Pero cada uno en su interior, sentirá, yo… yo mejor me quedo.
Me quedo contigo en la madrugá, para acompañarte en silencio
Andando detrás de tu Hijo, aunque me muera de miedo
Me quedo en cada pétalo, para hacerme perfume sereno
Llegar en el aire a tu alma, cuando llores darte consuelo.
Me quedo en la plata del paso, reflejaré tu rostro completo
Que en mi cara vea quien me mire, que soy cristiano sin velos
Me quedo en cada gota de cera, derretida caer hasta el suelo
Estar con Él allí cuando caiga, besar su rostro pegado al madero.
Me quedo en cada plegaria, de perdón, de agradecimiento
Que te harán tantos hermanos en la tierra o en el cielo
Me quedo en la trabajadera, oculto a los ojos ajenos
También en la presidencia, para que sepan que yo te quiero.
Me quedo a tu lado Señora, en el segundo varal izquierdo
En el palio, en las bambalinas, para bailar con amor verdadero
Me quedo en el llamador, para oír tus llamadas atento
Hacer lo que Él me diga, eso es lo que yo quiero.
Me quedo en los pies del hermano, que por la puerta sale contento
El sonido de la Iglesia en salida que el Papa nos está pidiendo
Me quedo en el rasgueo del esparto, contra las piedras del suelo
Para llevar por la calle el andar del apóstol moderno.
Me quedo en cada paso de cada hermano nazareno
En el antifaz, en el capirote, en el rosario en sus dedos
Que desgrana avemarías que suben de Sevilla al Cielo
En la saya de los homenajes, pegadito a ti yo me quedo.
Me quedo en el humo que sube, al quemarse el grano de incienso
Para hacer de cada pequeña cosa un acto de amor inmenso
De desagravio oloroso, de aceptación y abandono, de arrepentimiento
Que el buen olor de Cristo, quede en mi corazón impreso.
Me quedo en cada levantá, en los hombros del costalero
En la faja y en el costal, en el brazo del patero
Estará ahí mi esfuerzo Señora, por llevar de tus penas el peso
En fidelidad dinámica, oculto tras el respiradero.
Me quedo en las amarguras, me quedo en los campanilleros
Me quedo en las saetas, me quedo en los versos sueltos
Me quedo en los suspiros, en el niño boquiabierto
En las lágrimas que con las tuyas, avaloran todo mi esfuerzo.
Me quedo en el hilo del manto que ahora cubre tu cuerpo
Que dio carne al cuerpo de Cristo, ese que se entrega entero
Que anda hasta el Calvario sentenciado por el pueblo
Haga yo como tú lo mismo, y convierta mi cuerpo en su templo.
Me quedo en la luna llena, para iluminar de plata el sendero
Que andarás firme hasta el Calvario, en llanto y desconsuelo
Tras Jesús de la Sentencia, Maestra en el seguimiento
De un Dios por ti encarnado, que ahora está casi muerto.
Me quedo contigo Esperanza, sé qué esperas corazón adentro
Aquí no va triunfar la muerte, ni los males ni el desaliento
El domingo nuestro Jesús hará nuevo el mundo entero
Tras derramar por muchos su sangre, tras moler por muchos su cuerpo.
Me quedo contigo Esperanza, como buen hijo tuyo quiero
Convertir mi corazón en humilde jardín secreto
Donde viva nuestro Amado, resucitado después de muerto
Tras recogerme en la calle, perdido y con desconcierto.
Aquí me quedo con el azahar, al paso de Dios yo me quedo
Estas flores son un detalle de amor de niño pequeño
A su Madre de la Esperanza, para que tenga a bien concedernos
La unidad de cada familia y que sea Dios lo primero.
Sevilla, 12 de abril de 2017
Fotografías NHD. Fernando García Arcos