Septenario Doloroso: Día Primero

Consideración sobre el primer dolor de la Virgen. La profecía de Simeón.
Simeón dijo a María Madre de Jesús: “He aquí que éste está constituido para ruina y levantamiento de muchos en Israel y para señal que excitará la contradicción: y una espada atravesará tu propia alma, para que se revelen los pensamientos de muchos corazones”.
Oración para este día primero.
Dulcísima María, no es una espada, sino tantas espadas como pecados he cometido, he añadido a vuestro corazón. Las penas no deben recaer sobre Vos, que sois inocente, sino sobre mí, que he cometido tantos crímenes. Pero ya que Vos habéis querido padecer tanto por mí, alcanzadme que vuestros méritos dolor de mis culpas y paciencia para sufrir los trabajos de esta vida, que siempre serán ligeros comparados con mis desméritos, pues por ellos tantas veces me hice acreedor al infierno. Amén.