Acto de ofrenda del Azahar para el paso de palio

23 marzo 2016
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En un entrañable y sencillo acto celebrado en la Basílica, ha tenido lugar esta tarde, la tradicional ofrenda del Azahar para el paso de la Virgen de la Esperanza realizada por  la familia Chiclana, y de tantas personas relacionadas en trabajo con ellas, dirigidos por don Fernando Chiclana Lucena.

Por parte de D. Carlos Chiclana tuvo lugar la lectura del texto que íntegramente se reproduce y posteriormente el Sr. Hermano Mayor D. Manuel García García se lo agradeció públicamente.

PARA EL PASO DE PALIO DE LA REAL, ILUSTRE Y FERVOROSA HERMANDAD Y COFRADÍA DE NAZARENOS DE NUESTRA SEÑORA DEL SANTO ROSARIO, NUESTRO PADRE JESÚS DE LA SENTENCIA Y MARÍA SANTÍSIMA DE LA ESPERANZA MACARENA

Queridísima Madre y Esperanza nuestra,

Con la venia de tu Hijo nos dirigimos a ti de nuevo. Te entregamos un regalo que es para nosotros un privilegio. Traemos flores, blancas y de azahar.

Parecen flores y son las horas en la trabajadera de la vida diaria de cada uno, flores de esfuerzo, empuje y arrimar el hombro. Parecen flores y son las caricias y amores de nuestra familia, los besos y los abrazos, los detalles y los apoyos.

Parecen flores y son los sufrimientos y sudores para afrontar las dificultades y resolverlas. Parecen flores y son alegrías, cantares, risas y clamores por tantas cosas buenas. Parecen flores y son ilusiones y promesas renovadas de hacer, a tu orden, lo que Él nos diga.

Mañana, Madre, de madrugada, saldrás a las calles en Sevilla, noche cerrada. Parecerá que sólo la primera luna de primavera te mira. Pero sólo parece, porque estas flores irán contigo y nosotros con ellas. En esa trágica noche cuando sólo Dios te aguanta la mirada, tus ojos misericordiosos verán estas flores que te alaban.

El blanco de sus pétalos te recordará la túnica de los vencedores, blanca como la tu Hijo, el Vencedor, la Verdad, la Vida. Y aunque ahora llores, te ayudará a seguir andando pensando en él resucitado.

El verde del tallo que las sostiene, te recordará el talle fuerte que sostiene tu alma desde que eras niña, y volverás a decir un fiat nuevo en cada paso hacia el Calvario. Te recordará tú personalidad para afirmar: Sí, yo soy la Esperanza y verde es el fuerte manto con el que os protejo.

El amarillo de los pistilos te recordará las rosas amarillas que, como hijo y en nombre de todos, el Papa Francisco te ofreció en Guadalupe a la vez que te recordaba que las lágrimas de los que sufren no son estériles. La sencilla belleza de cada flor y su pequeñez, anuncian el fruto. Tus cinco lágrimas serán tan fructíferas como las cinco llagas de nuestro Señor, fruto cuajado en el árbol de la Cruz.

El aroma del azahar no será un aroma cualquiera. Cuando corras por las calles buscando a tu amado y los jóvenes se pregunten a qué huele, las viejas macarenas les dirán: huele a Dios, huele a misericordia, sigue el aroma de la Señora y llegarás hasta Cristo, su Hijo. Porque tú siempre llevas el buen olor de Cristo.

Estas flores vibrarán con cada golpe del llamador, para que nosotros vibremos con cada llamada de tu Hijo. Estas flores brillarán con la luz de la cera, para que nosotros brillemos con la luz de los buenos cristianos.

Estas flores se mecerán con cada paso de los costaleros que se mueven como un solo corazón, para que nosotros seamos un solo corazón con toda la Iglesia. Estas flores se agitarán con cada levantá, para que nosotros nos agitemos con violencia para levantarnos y seguir a Jesús.

Estas flores bailarán con cada nota de la música, para que nosotros bailemos al son de tu mirada. Estas flores te recordarán que perteneces a un hogar, a una casa, y aunque tu hijo este preso y sentenciado esa noche, tienes el hogar de nuestro corazón.

Estas flores son todos los hermanos que no te ven en la calle, desde quien porta la cruz de guía, el último nazareno que no gira la cabeza o el costalero, hasta los enfermos o los que están lejos de Sevilla, pero tienen su alma bien cosida a tu manto.

Por todo esto, acepta Madre estas flores, en el Año de la Misericordia, llévanos al encuentro con tu Hijo y ábrenos la puerta de tu corazón para que la pequeñez de cada flor sea una llamada a lo más grande.

Santa María, Virgen de la Esperanza Macarena. Ruega por nosotros.

Sevilla, 23 de marzo de 2016*

* XXII aniversario del fallecimiento del Beato Álvaro del Portillo quien acudió a rezar a la Basílica de la Macarena el 1 de octubre de 1968.


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