Patrimonio Inmaterial Macareno (PIM)

El Patrimonio Inmaterial Macareno (PIM), o cultura macarena, es el conjunto de prácticas, usos, costumbres, valores afectivos y simbólicos en torno a la devoción de la Virgen de la Esperanza y su Hermandad. Tiene sus cimientos sociales en la parroquia de San Gil y el arrabal de la Macarena, y se ha desarrollado desde la Edad Moderna hasta llegar a ser uno de los pilares de la identidad sevillana. Los cambios en el medio geográfico, como la pérdida en el siglo XIX de las últimas huertas (ubicadas fuera y dentro de la muralla); la gran revolución icónico-informativa del pasado siglo; y las aportaciones de personas ajenas al ámbito constitutivo primordial; son hechos que no han afectado a su vigor, antes al contrario, han contribuido a su enriquecimiento y proverbial expansión. Hoy puede decirse que el PIM es algo innumerable. Por ello, resulta conveniente establecer ciertos ámbitos:
- Tradiciones y expresiones orales.El ejemplo más conocido es la famosa leyenda que cuenta el intercambio de un reloj por la Virgen de la Esperanza con el Hospital de las Cinco Llagas. El supuesto pacto se desharía si la Virgen volvía a entrar en el Hospital, hecho que impidieron, según el relato, los devotos. En este ámbito, además de las narraciones consuetudinarias, se encuentran fenómenos culturales orales sencillos como los vítores, versos y letrillas sin estructura o complejidad literaria, dedicados durante generaciones a Nuestra Señora.
- Artes del espectáculo.La Macarena se encuentra muy presente en las coplas, cantes, sevillanas, canciones, saetas, películas y otros espectáculos de raigambre popular. Es muy significativa la relación existente entre la cultura macarena y la taurina.
- Usos sociales, rituales, actos festivos.Incluye desde el más llamativo y evidente, que es nuestra estación de penitencia, hasta el ritual más íntimo, como el altar de armas, proceso en el que cada armao se viste y prepara en su casa con ayuda de otra persona, tal y como sucede con los toreros.
- Técnicas artesanales tradicionales.Desde Rodríguez Ojeda a Pepe Garduño la Hermandad de la Macarena ha destacado en este tipo de prácticas estéticas devocionales, sirviendo de modelo a muchas otras corporaciones.
Entre los hermanos o devotos macarenos de los últimos 100 años encontramos algunas trayectorias que han engrandecido nuestra cultura de manera significativa. Su presencia coincide con el proceso de conversión de la Macarena en un fenómeno de masas. Así, la Hermandad ha reconocido oficialmente como patrimonio propio a Miguel Loreto, con su tan personal, macarenísima y sobrecogedora forma de mandar; al carismático crucero y capataz Luis León; y por último a Pepe Hidalgo, genuino rataplán de la Centuria. Otras personas que han destacado en nuestros usos y costumbres son: Juan Manuel Rodríguez Ojeda, Joselito el Gallo, Marta la Saetera, Abelardo, Juanita Reina, y Pepe Garduño. Todos ellos nos ayudan a visualizar la naturaleza inasible de este patrimonio pues, de alguna manera, lo encarnan. Sus acciones a lo largo del tiempo, su trabajo, creatividad, afectividad, generosidad, atractivo, entrega, los convierten en referentes humanos, modelos donde admirar y aprender nuestras pautas culturales.
Para cuidar de este patrimonio y darlo a conocer necesitamos “objetualizarlo” en cosas concretas. Ello se realiza coleccionando cosas tangibles (por ejemplo la túnica de nazareno de Joselito); documentando procesos (forma de vestir a Nuestra Señora); y catalogando documentos (fotografía de Miguel Loreto vestido de armao). Estas plasmaciones (enseres y documentos), en la práctica, también son denominados por nosotros como la totalidad a la que pertenecen, es decir PIM.
Si relacionamos cultura macarena y territorio surge el concepto de Paisaje Cultural Macareno (PCM). Por una parte dicho espacio es cercano y está bien delimitado, presentando dos puntos neurálgicos: la Basílica, claro está, y la calle Parras, donde “la hermandad de la Macarena se hace calle” (Acta del Premio Demófilo 2017). Sin embargo, podemos decir que el PCM es ubicuo y discontinuo, pues no se limita al entorno inmediato donde se encuentra la Virgen y su Hermandad, ya que encontramos hitos espaciales macarenos en cualquier parte del mundo.
- Miguel Loreto (derecha) a finales de los años sesenta del s. XX en el freidor familiar, ubicado junto a su casa a escasos metros de la Basílica. En ella se reunían, en las salidas y recogidas, artistas como Lola Flores o Manolo Caracol, del que era ahijado. Por las venas de Miguel corría sangre de Manuel Torre y el Niño Gloria, también vinculados a nuestra historia. Junto al Señor formó una pareja irrepetible, llena momentos de hondura y duende flamenco.
- Documento PIM. Cartel de Macarena, 1944. Película musical de Juanita con el gran cómico Miguel Ligero como protagonistas principales. El Arco, uno de los símbolos de nuestra cultura y paisaje, aparece como elemento referencial.
- La Macarena ha labrado su propio paisaje cultural. La calle Parra (sin “s” para los macarenos y sevillanos) es, sin duda, un lugar de interés etnológico para Andalucía.
- Banner oficial de la plaza y feria de la Macarena, Medellín, Colombia. 2019: http://www.cormacarena.com.co/portal/galeria/. Nuestro paisaje cultural es un fenómeno con hitos globales. Existe una relación estrecha con la tauromaquia, al menos desde el s. XIX. Se trata de una relación cultural simbiótica