Volví a reencontrarme contigo,con esa mirada que dice tanto en el silencio de la nada. Volví a vivir aquello que ya daba por perdido y que recuperé gracias a tí. Sentí que el tiempo se detenía y que sólo eramos tú y yo.
Por fin se hizo realidad aquella conversación que teníamos pendiente y pude contarte lo que mi alma sentía. Tú,madre,siempre pendiente de todo y todos,velando por Sevilla y ¡por tantas cosas!.
Tú, que navegas entre un mar de cirios verdes, regalando ilusión,amor,… Esperanza de los cristianos,que junto a esos ángeles de plumas blancas,consiguen imposibles con pequeñas cosas. Esperanza de los que sufren,Esperanza misericordiosa,que nunca sueltas tu mano de los que un día estuvieron perdidos y regresaron a tu lado para no soltarla nunca.Tu sonrisa,la más hermosa que existe,sale de tu corazón puro y limpio,lleno de bondad.
Mater mea, Spes Nostra, … Amén.
María Sánchez Peña