La Archidiócesis inicia el Año de la Vida Consagrada
El domingo 30 de noviembre se dará en la Archidiócesis de Sevilla el pistoletazo de salida al Año de la Vida Consagrada, un importante acontecimiento eclesial convocado por el Papa Francisco. A las cinco de la tarde de ese día, el Arzobispo D. Juan José Asenjo presidirá una Eucaristía en la Catedral. El día anterior, sábado 29 de noviembre, tendrá lugar una vigilia de oración en la iglesia colegial del Divino Salvador a las seis y cuarto de la tarde.
El Año de la Vida Consagrada se enmarca en el 50 aniversario de la publicación del decreto Perfectae Caritatis del Concilio Vaticano II, sobre la renovación de la vida religiosa. Para mantener actual esta renovación –fundamentada en el seguimiento a Cristo, la fidelidad al carisma y a la Iglesia y a un conocimiento adecuado del mundo y de la sociedad actual– se ha convocado esta efeméride, en la que se celebrarán diversos acontecimientos en la Iglesia Universal y en cada diócesis.
La convocatoria del Año de la Vida Consagrada –del 30 de noviembre de 2014 al 2 de febrero de 2016– la dio a conocer el Papa Francisco el 29 de noviembre de 2013, al final de un encuentro con 120 superiores generales de institutos masculinos en el aula del Sínodo.
El 31 de enero de 2014, el Cardenal Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y el Secretario General de la misma explicaron en rueda de prensa que esta celebración especial tiene los siguientes objetivos de este año dedicado a la vida consagrada:
1. Dar gracias a Dios por el don de la vida consagrada y especialmente por los cincuenta años de renovación de la misma según las enseñanzas del Concilio.
2. Abrazar el futuro con esperanza, confiados en el Señor, al cual los consagrados ofrecen toda su vida.
3. Vivir el presente con pasión, evangelizando la propia vocación y testimoniando al mundo la belleza del seguimiento de Cristo en las múltiples formas en las cuales se expresa la vida consagrada.
La vida consagrada está formada por aquellas personas consagradas a Dios mediante el rito de profesión o el de consagración de vírgenes. Estas personas adquieren el compromiso de seguimiento de los consejos evangélicos –pobreza, castidad y obediencia– mediante la emisión de votos o promesas. Esta forma de vida está integrada por diferentes ramas religiosas de la Iglesia. Entre ellas se encuentran: institutos de vida contemplativa (comunidades claustrales masculinas y femeninas), institutos de vida apostólica (congregaciones religiosas masculinas y femeninas, sociedades de vida apostólica), institutos seculares, nuevas formas de vida consagrada y el orden de las vírgenes consagradas.
En Sevilla hay actualmente unos 1600 religiosos de institutos de vida apostólica, junto con 9 comunidades de institutos seculares, 26 de sociedades de vida apostólica, 13 de otras formas de vida consagrada y 33 comunidades claustrales femeninas. La vida consagrada se aglutina en torno a la Vicaría Episcopal para la vida consagrada, al frente de la cual está el sacerdote Carlos Coloma Ruiz, y la CONFER –(Conferencia Española de Religiosos) Diocesana de Sevilla, presidida por Pilar Chinchilla, hija de María Auxiliadora. CONFER depende de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA). Su objetivo es el de “promover la vida y actividades de los religiosos en los diversos ámbitos y fomentar más directa y adecuadamente a cada lugar y circunstancia las relaciones mutuas entre obispos y religiosos”.
Durante el Año de la Vida Consagrada, tras la apertura el domingo 30 de noviembre en la Catedral, se harán diferentes vigilias de oración en monasterios de clausura, celebraciones penitenciales y jornadas de formación y de convivencia. El mes de febrero de 2015, en el que se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, estará dedicado a dar testimonio de este tipo de vida por parroquias y colegios.
El lema para la Iglesia Universal del Año de la Vida Consagrada es “Evangelio, profecía, esperanza”. El objetivo general marcado por CONFER Sevilla es el de “vivir con alegría este año de gracia para renovarnos y ser testimonio”. Para ello se han tomado dos eslóganes: “¡Vida religiosa: despierta!” y “¡Salir de las fronteras: llevar la ternura de Dios!”. En palabras de la presidenta, Pilar Chinchilla, en este año se pretende “mirar el misterio trinitario como fundamental para la comunión, que permeará las relaciones con los demás. También se pondrá el acento en la renovación de la vida consagrada del seguimiento de Jesucristo y en la revitalización del carisma”.
Fuente: Archidiócesis de Sevilla