Inicio de curso en torno a la Cruz de Nuestro Señor

14 septiembre 2016
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          Queridos hermanos:

          Celebramos hoy, en comunión con toda la Iglesia, la fiesta litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz, motivo por el cual, y siguiendo nuestras Reglas, ofrecemos Función a nuestro Titular, Ntro. P. Jesús de la Sentencia.

          Según los anales de nuestra Hermandad, ésta es la Fiesta más antigua de la que existe constancia histórica de que nuestra Corporación celebrase en honor de su Titular, por lo que debemos recuperar la importancia de esta fiesta litúrgica y reconocer su significado particular para nosotros, en orden a promover la devoción a Ntro. P. Jesús de la Sentencia, quien injustamente fue sentenciado a muerte, y muerte de Cruz.

          Coincidiendo con la celebración de esta fiesta litúrgica, iniciamos un nuevo curso pastoral en nuestra Hermandad, que vendrá caracterizado por el III Encuentro de Hermandades de la Esperanza Macarena, a celebrar entre los próximos 23 y 25 del presente mes de septiembre, y por la celebración del Cincuenta Aniversario de la consagración de nuestro Templo y su posterior Declaración como Basílica Menor agregada a la de San Juan de Letrán de Roma, privilegio dado por el Papa Pablo VI y que celebraremos con algunos eventos que se anunciarán pormenorizadamente en su momento.

          Además de estas celebraciones de carácter extraordinario, no debemos perder de vista que nuestra Hermandad, al igual que toda la Iglesia, crece y se desarrolla en su actividad ordinaria, la cual ha de estar siempre dirigida a una profundización cada día mayor de los misterios de nuestra fe cristiana y a ofrecer a Dios un culto en espíritu y en verdad, teniendo la Eucaristía como centro y cumbre de nuestra vida cristiana; de ahí la importancia de celebrar semanalmente la Eucaristía y la sabatina en honor de Ntra. Sra. de la Esperanza, de acudir cada primer viernes de mes a la celebración de la Santa Misa en honor de Ntro. P. Jesús de la Sentencia, de aprovechar los cultos que se convocan, según lo estipulado en nuestras Reglas, participando activa y fructuosamente de los mismos, de acompañar a la Virgen del Rosario en su procesión de octubre o al Señor de la Sentencia en el Via Crucis del primer viernes de cuaresma y, en especial, de vivir la estación de penitencia a la S.I. Catedral durante la Madrugada con un auténtico sentido cristiano.

          El verdadero culto a Dios impulsa, además, a vivir la caridad, el amor al prójimo; por ello, tiene tanta importancia seguir atendiendo, a través del equipo de la Asistencia social, las necesidades de nuestros hermanos empobrecidos, y llevar a cabo una verdadera obra asistencial y caritativa que busque la promoción de las personas y la superación de las situaciones de empobrecimiento.

          Igualmente, el culto a Dios nos lleva a ofrecer a los demás el don de la fe por medio de la evangelización; nuestra Hermandad cuenta con un numeroso grupo de formadores que ofrecen formación cristiana a niños desde los siete años de edad, catequesis de confirmación para mayores de catorce años y para mayores de veinticinco, grupos de formación específica para adultos, catequesis de preparación al matrimonio, formación litúrgica al grupo de acólitos y monaguillos,… La evangelización hacia dentro de la Hermandad y hacia fuera ha de ser una motivación central en nuestra Corporación.

          No debemos olvidarnos de otros grupos, igualmente significativos, que construyen y hacen nuestra Hermandad: la coral, la Centuria macarena, la Banda juvenil, el cuerpo de diputados, las cuadrillas de costaleros, el grupo del costurero, los veteranos, la juventud macarena,… Todos sus miembros deben sentirse invitados a vivir la espiritualidad auténtica del cofrade, que no es otra que buscar la santidad viviendo cristianamente los acontecimientos cotidianos, bajo la devoción a nuestros Sagrados Titulares.

          Por último, queridos hermanos macarenos, quisiera una vez más ponerme a disposición de cuantos puedan necesitar de mi ministerio sacerdotal, pues no en vano soy el director espiritual de la Hermandad y debo estar a disposición de cuantos requieran un consejo espiritual, una consulta de carácter más reservado o sencillamente la administración de los sacramentos, particularmente la Reconciliación. Pido al Señor de la Sentencia y a la Virgen, bajo las advocaciones del Rosario y de la Esperanza que, especialmente en estos dos últimos meses del Año Jubilar de la Misericordia y durante todo el curso pastoral 2016-2017 que estamos iniciando, experimentemos la salvación que Jesucristo obtuvo para nosotros muriendo en la cruz y resucitando, de tal manera que crezcamos en la fe en el Señor y en la devoción a nuestros amados Titulares.

Antonio J. Mellet Márquez,

Rector de la Basílica y

Director espiritual de la Hermandad


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