Sobre los buenos hijos

En los momentos tristes de la vida las personas nos manifestamos, a veces, con una sensibilidad que destaca la gran humanidad y corazón que tenemos. El pasado martes día 28 falleció mi padre Francisco Pérez y Pérez. Gran cofrade y sevillano y uno de los fundadores de la Hermandad de Los Javieres. Pero nació en la calle Relator y eso no es cualquier cosa. Fue Macareno de corazón y recuerdo la gran ilusión que le hizo mi pertenencia a la primera cuadrilla de hermanos costaleros de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia. Y años más tarde vino otra gran alegría, ya que sus dos nietos, Francisco Cayetano y Salvador, pasan a ser componentes de la banda de la Centuria Juvenil.
Sé que la gran ilusión de sus nietos era la de visitar a su abuelo en la residencia donde vivía vistiendo de Armao. No ha sido posible , pero a los dos les digo que no se preocupen, ya que el abuelo tiene un palco reservado para verlos que ni es Campana ni Avenida. Es al lado de su Cristo y de su Virgen desde donde les dará sus “ole” y sus palmas a esa gallarda Legión III de Sevilla donde sus nietos formarán con orgullo algún día no muy lejano.
Me enorgullece haber visto a mis hijos demostrar su amor a su abuelo durante su vida y en estos momentos tan tristes. Y jamás se me olvidarán esos detalles vividos en estos dos días lleno de emociones tan indescriptibles. Llamaron a un amigo y compañero de la banda, Alberto, que nos trajo una de las plumas que lució en la pasada Madrugada, y con cariño se la colocaron sobre su pecho, junto a la medalla de Los Javieres. Y en el momento último de la despedida, Fran lleno de coraje y valentía, se atrevió a recitar con voz adolescente y quebrada por la emoción,la poesía que su abuelo llevaba por bandera “PERO COMO TÚ NINGUNA ”. Unida la familia con esos versos de fondo fuimos más familia y sentimos con orgullo y como bálsamo de consuelo la mirada de nuestra ESPERANZA y de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia.
Que la Señora de La Esperanza lo tenga en su Gloria : DESCANSE EN PAZ