Orgullo macareno
Cuando la Macarena estaba en la Anunciación durante la guerra hubo quien llegó a pensar en quedarse allí. Se trataba de una iglesia amplia y hermosa que más pronto que tarde sería cedida por el Estado y además se encontraba en el corazón de la Ciudad. Menos mal que en la antigua cofradía de los hortelanos manda el barrio y la presión de los vecinos fue lo que hizo desistir de aquel intento «deslocalizador» que la hubiera desnaturalizado. El orgullo macareno fue el que hace ahora 75 años inició la aventura de construir un templo también grande y hermoso para que recibiera culto la Virgen de la Esperanza. En 1941 seguía siendo la misma cofradía popular de principios de siglo aunque padeciendo y beneficiándose de la instrumentalización del régimen. Pese a ello, la construcción del templo no fue un regalo. Las obras, que duraron ocho años se hacían por administración. Es decir, si había dinero para construir, se hacía. Si había que parar porque no había fondos se paraba. De ahí que todo se dilatara tanto en el tiempo.
El programa de actos para recordar esta efemérides, el cincuentenario de la dedicación del templo y la declaración de Basílica Menor pretende sobre todo transmitir esta historia a las generaciones más jóvenes para que nadie se olvide de donde viene. La hermandad de San Gil tiene la suerte de mantener en el gobierno a gente veterana, como Manolo García, su hermano mayor, que junto a otros muchos han sido testigos, personales o por el testimonio de sus familias de los esfuerzos realizados para llegar a ser, como es ahora, la hermandad más importante de la tierra. Y pese a ello, pese a la maquinaria que la hace funcionar, en el fondo quieren seguir siendo aquella antigua cofradía de los hortelanos enamorada de la Virgen que tiene la mirada más bonita del mundo. Las efemérides sirven también para reafirmarse en el orgullo de las raíces verdes que sostienen la historia de una corporación. El sano y grandioso orgullo macareno. Dedicado a Rafa Serna. Hijo de la Esperanza.
Publicado por José Cretario, 24 de abril de 2016 en sevilla.abc.es/pasionensevilla/opinion/la-opinion