Sexto domingo de San José

El Papa Francisco ha dedicado este año al santo Patriarca San José. Hay una maravillosa tradición en la Iglesia cuyo origen se remonta al siglo XVI que consiste en dedicar los siete domingos anteriores a la fiesta de San José, a acudir con especial detenimiento al Esposo de la Santísima Virgen, para expresarle cariño y pedirle mercedes.
Sexto Domingo de San José
Sexto dolor: Él se levantó, tomó al niño y a su madre y regresó a la tierra de Israel. Pero al oír que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, temió ir allá (Mt 2, 21-22).
Sexto gozo: Y fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo dicho por los profetas: será llamado Nazareno (Mt 2,23).
¡Glorioso San José, que viste con admiración, sujeto a tus órdenes, al Rey del Cielo! tu gozo fue turbado al regresar de Egipto por el miedo a Arquelao, pero, al ser asegurado por el Ángel, viviste tranquilo con Jesús y María en Nazaret.
Por este dolor y gozo alcánzanos la gracia de vernos libres de temores nocivos, y gozando de la paz de conciencia, vivamos seguros con Jesús y María y muramos en su compañía.
Padrenuestro
Avemaría
V/. Ruega, por nosotros, San José.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos:
Dios todopoderoso, que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; concédenos, te rogamos, los que confiados en su poderosa intercesión, humildemente te pedimos. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.