Gracias, Hermanos

Recién concluida nuestra Estación de Penitencia a la S.M. y P. I. Catedral, el Hermano Mayor y la Junta de Gobierno quieren mostrar, de corazón, su gratitud a todos los hermanos de la Macarena y, muy especialmente, a los que han participado de ella formando parte del cuerpo de nazarenos, enlaces y diputados, costaleros, armaos, acólitos, monaguillos, capataces, músicos o, en definitiva, de cualquiera de las formas que contemplan nuestras Reglas.
Las circunstancias meteorológicas han condicionado la Estación de Penitencia del presente año. Para la toma de decisiones, ha primado, por encima de cualquier otra eventualidad, el convencimiento de cumplir con nuestro deseo de transmitir la esperanza que tanto necesitamos en estos tiempos difíciles y, en la mañana, el devolver nuestro más preciado tesoro, Nuestros Sagrados Titulares, a su cofre, que es la Basílica.
Cumplir con ambos objetivos habría sido inimaginable sin el ejemplar comportamiento, compromiso y entrega de los hermanos que han participado en la Estación de Penitencia. El esfuerzo que han realizado, la comprensión que han demostrado y el cariño que, hoy como siempre, profesan por esta corporación, merecen nuestro reconocimiento y alabanza.
En momentos de dificultad, los hermanos de la Macarena demuestran una enorme y entrañable capacidad de unión. Hoy, Viernes Santo de 2013, los hermanos macarenos han seguido, como en tantas ocasiones, el espíritu que recogen nuestras Reglas: constituir una comunidad de fe, de trabajo y, hoy más que nunca, de amor.
A todos, muchas gracias y que la Virgen de la Esperanza, aún en su paso, os colme de bendiciones.