Banda de cornetas y tambores de la Centuria Romana de la Hermandad de la Macarena.
La historia de la Banda de la Centuria Romana de la Hermandad de la Macarena está íntimamente ligada a la historia de la propia Centuria Romana Macarena: los populares “armaos” de la Macarena. Los primeros documentos sobre la existencia de los “armados” o representación de pretorianos de Pilato acompañando al Cristo de la Sentencia datan del año 1658, coincidiendo con los orígenes de la incorporación de este pasaje evangélico al título de la Hermandad. En sus inicios, este grupo estaba compuesto por unos veinticinco hombres vecinos del barrio de la Macarena. Inicialmente, esta formación no procesionaba justo detrás del paso de la Sentencia, sino que lo hacía dentro del cortejo que acompañaba a este paso. Aquí podemos fijar el origen de la banda de la centuria, posiblemente compuesta por un exiguo número de componentes, que con sus sones lastimeros anunciaban la llegada de la escenografía de la Injusta Sentencia.
Desde su creación, y hasta el año 1897, fecha en que tiene lugar la última reorganización de la Centuria Romana de la Hermandad de la Macarena, se fueron alternando los periodos de esplendor y normalidad con otras épocas en las que fue suprimida esta escolta del paso del Señor de la Sentencia debido a desavenencias con la Junta de Gobierno, decretos firmados por la autoridad eclesiástica –el caso de la supresión, en 1766 de todas las compañías de “armados”- o conflictos surgidos en el seno de la propia formación.
Por el Reglamento aprobado por la Hermandad el día 5 de julio de 1865 para la “Admisión y Conservación de Hermanos con el cargo de Armados en la Cofradía de la Sentencia de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Esperanza de esta Parroquia de San Gil”, sabemos de la existencia de la “música” de esta formación al obligarse los componentes de la centuria a costear los trajes de los músicos y satisfacerles los honorarios que les correspondiese por tocar en la cofradía. En esta época, aún precedían en la procesión al paso del Señor de la Sentencia, correspondiéndoles hacerse cargo del Senatus. El empleo del término “música” en este Reglamento reafirma la opinión de que ya nos encontramos ante una banda con cierta organización y provista de un repertorio suficiente de obras.
El Viernes Santo, 21 de abril de 1905, después de la entrada de la cofradía en la Parroquia de San Gil, tiene lugar uno de los hechos más referidos en la historia de esta formación al corresponder a la invitación formulada por el S.M. Rey Alfonso XIII para acudir a los Reales Alcázares, donde se alojó durante toda la Semana Santa. La Guardia Real, militarmente formada, recibió a la Centuria, incluida la banda, que fue revistada por el Rey en el Patio de la Montería, saludando personalmente a cada uno de sus miembros, a quienes después obsequió con un ágape.
De otro hecho ocurrido en el mes de marzo del año 1913, y que nos presenta a una banda plenamente consolidada, se tiene constancia en los archivos de la Hermandad. En ese año, la Joyería Reyes realizó la corona de oro de la Santísima Virgen de la Esperanza, siendo sorprendente la generosidad de los sevillanos, especialmente los comerciantes establecidos en el mercado de la Encarnación, al querer contribuir con monedas de oro “alfonsinas” e “isabelinas” para que la Corona fuera más rica y espléndida. Terminada la Corona, estuvo expuesta en los escaparates de la mencionada joyería. Allí acudiría la banda de los “armáos” para tocar unas marchas procesionales, siendo el primer concierto del que existe constancia.
El repertorio de marchas en esa época era muy exiguo y derivaban de marchas militares. En los años treinta del pasado siglo interpretaban piezas como “Aída”, “La Reina” o “La Corte del Faraón”, entre otras. Eran marchas básicamente de armonización simple, estructuradas en naturales y requintos. Otro dato a resaltar era el uniforme que la Banda de la Centuria llevaba en esta época para efectuar contratos con las demás hermandades. El diseño constaba de chaqueta y pantalón azul marino con franjas verdes en los laterales. Se tocaban con gorras de plato con techo verde. Pocos años después se cambió este uniforme, permutando el color azul por el gris que ha lucido durante varias décadas.
Desde su última reorganización, la banda de la Centuria Macarena ha tenido al frente a grandes macarenos que han dirigido sus esfuerzos a mantener esta formación para que en nuestra Semana Santa sigan sonando sus legendarios sones. En la reorganización del año 1897, Enrique Senra se hace cargo de la banda; en estos años se le tocaba la Marcha Real, en plena calle Sierpes, a Manuel Torre tras la interpretación de su saeta al Señor de la Sentencia y también a Joselito “El Gallo” cuando bajaba la escalera de su domicilio en plena Alameda de Hércules revestido con la túnica macarena. A Enrique Senra le sucedieron al frente de la banda: Helidoro Pulidoro, Enrique Soria, Manuel Ruiz Navas, Diego Romero, Antonio Rodríguez Patón, Francisco Domínguez Gaona, José Téllez Díaz, Rafael Calderón, Rafael Trigo, Manuel Arellar, y desde el año 1993 hasta 2018 José Hidalgo López. Desde septiembre de 2018 hasta la actualidad, su director es Francisco Moraza Cienfuegos.
Esta banda ha acompañado en las Semanas Santas de las últimas décadas a numerosas Hermandades, tanto de Sevilla, como de fuera de nuestra Ciudad. De entre las que procesionan en Sevilla y que la Banda de la Centuria ha acompañado durante las últimas décadas reseñamos, entre otras y además de la propia Hermandad de la Macarena, entre otras, a las siguientes hermandades sevillanas: Cautivo de Torreblanca, Carmen en sus Misterios Dolorosos, La Borriquita, La Cena, San Roque –ininterrumpidamente desde el año 1958-, Amargura, Redención, Santa Genoveva, Las Aguas, San Esteban, San Benito, La Candelaria, San Bernardo, Buen Fin, Baratillo, La Lanzada, Los Panaderos, Exaltación, Cigarreras, Carretería, La O, Montserrat, y la Resurrección. Siendo la Banda de la Centuria Romana Macarena Hermana Honoraria de las Hermandades de San Roque, San Benito y La Lanzada.
Además del escenario natural de la Basílica de Santa María de la Esperanza Macarena, la Banda de la Centuria ha ofrecido infinidad de conciertos, tanto en Sevilla, como fuera de la ciudad. En nuestra ciudad, además de en las sedes canónicas de las Hermandades en las que ha acompañado en la Estación de Penitencia, la banda ha actuado en otras que procesionan sin música o con música de capilla, como los que tuvieron lugar en los templos de las Hermandades de Los Negritos, El Museo, Los Estudiantes o El Silencio, sonando igualmente sus marchas la noche de cada Jueves Santo en la tradicional visita a la Basílica del Señor del Gran Poder, cuando la Centuria al completo acude al encuentro del Señor de Sevilla.
También participa habitualmente en procesiones de gloria y eucarísticas, siendo asimismo destacable su participación en la Cabalgata de Reyes Magos que organiza el Ateneo de la Ciudad, hecho que se produjo desde 1935 hasta el año 2004 de forma ininterrumpida.
El esquema musical de la banda es el que más recuerda actualmente los clásicos sones de antiguas Semanas Santas, instrumentándose exclusivamente con cornetas y tambores, siguiendo el estilo introducido en Sevilla por la desaparecida Banda de Cornetas y Tambores de la Policía Armada.
En su repertorio se incluyen junto a marchas clásicas de nuestra Semana Mayor en este género musical, -obras compuestas por Alberto Escámez, Zueco Ramos, Maestro Tejera, Francisco Arroyo o Ramón Montoya-, nuevas composiciones que se ajustan al esquema musical de la banda, de autores contemporáneos tales como José Manuel Reina, Francisco Javier Navarro, Rafael Vázquez, Bienvenido Puelles, José María Alba, José Martín Montes, Sebastián García o Bienvenido Puelles, algunos de ellos integrantes a su vez de la propia banda.
Por lo que marchas como “Cristo de la Sangre”, “Virgen de los Dolores”, “Evocación”, “La Milagrosa” “Cristo del Amor”, “Penas de San Roque”, Cristo de la Sentencia”, “Consolación y Lágrimas”, “Rocío”, “Soledad”, “Dolorosa”, “El Ángel”, “Camino del Calvario”, “Expiración”, “Stmo. Cristo de las Aguas” o “Virgen del Mayor Dolor”, son interpretadas junto con composiciones de más reciente factura como “Salve Macarena”, “Virgen de Guadalupe”, “Mi Cristo Cautivo”, “Pasión y Muerte”, “Mi Madre Macarena”, “Cristo de la Salvación”, “Carmen”, “Llora Sor Angela”, “Negaciones de San Pedro” o “Madre y Señora”, entre otras muchas.
En los últimos años el repertorio se ha venido actualizando con obras de compositores como Luis Alfonso Miraut o José Manuel Ortega. Varios son los discos que ha grabado la banda. El primero de ellos, en el año 1967 y con la casa Pax, realizándose la grabación en el Teatro Lope de Vega, y reproduciéndose en su portada una fotografía de los armáos el Viernes Santo por la mañana; posteriormente grabó tres discos con Ediciones Senador, los años 1982, 1989 y 1991. En el año 1991, realizó la banda sonora de la película “Semana Santa”, de Manuel Gutiérrez Aragón, apareciendo dicha banda sonora en un nuevo disco editado por Juan Lebrón Producciones en el año 1995. Posteriormente, grabó nuevas producciones con Ediciones Pasarela en los años 1996, 2000, 2005, 2007, siendo los últimos trabajos discográfico, los editados entre 2009 y 2010, bajo el título de “Evocación” (I y II) y que recoge la producción de Alberto Escámez.
La Banda ha sido distinguida en numerosas ocasiones por su dilatada trayectoria, por la interpretación de sus composiciones y por su fidelidad al estilo que mantiene. De entre los últimos galardones recibidos destacar la “Antena de Oro” de Radio Cadena Española, en 1982; Primer Premio de Bandas de Cornetas y Tambores de Radio Nacional de España, en 1984; el “Nazareno de Plata” otorgado en 1986 por el Consejo General de Hermandades y Cofradías; o la “Saeta de Oro” otorgada por la redacción del programa radiofónico “Saeta” de la emisora COPE.
Estamos pues, ante una banda señera, pura esencia de Sevilla, que siempre será mucho más que una banda de cornetas y tambores, por todo aquello que representa y significa.