Peregrinación de los mensajeros de la Esperanza
A primeras horas de la tarde llegaban a la Basílica los centros y comunidades de los Misioneros de la Esperanza (MIES). Como cada año, cumplimentaban la tradicional visita a su patrona, María Santísima de la Esperanza Macarena.
Medio siglo de existencia contempla a esta congregación mariana que tiene su origen en la llamada que el sacerdote de la Diócesis de Málaga, el Rvdo. P. Diego Ernesto Wilson Plata recibió en Sevilla tras su primera Misa pública ante la Virgen de la Esperanza, el día 12 de Octubre de 1956. Desde entonces la congregación, con sede central en Málaga, ha ido asentándose en varias diócesis Españolas y extendiéndose por otros países, como Ecuador, Paraguay y Argentina; además, mantiene misioneros en Angola, Irlanda del Norte y Estados Unidos.
Al amanecer, procedentes de distintas poblaciones de la geografía nacional, habían quedado en Bormujos para, todos juntos, acudir en peregrinación a la Basílica de la Macarena. Unas cinco horas emplearon en recorrer a pie los once kilómetros que separan la localidad aljarafeña del templo macareno, al que llegaron pasada la una de la tarde portando los diferentes centros unas simpáticas insignias que los identificaban.
En el atrio de la Basílica los esperaba en representación de la Junta de Gobierno de la Hermandad el Consiliario Responsable de los Cultos, N.H.D. Santiago Alvarez Ortega, quien les acompañó en la masiva eucaristía que se celebró a continuación y que fue presidida por el Rvdo. Sr. D. Andrés Merino Mateo, responsable general sacerdote de MIES y párroco de Santa Ana y San Joaquín, así como de la parroquia de San Francisco Javier, ambas de Málaga. A su conclusión, pudieron acercarse a las plantas de la Santísima Virgen del Rosario para besar sus manos, despidiéndose de su patrona hasta el próximo año. Por la tarde, tras un breve descanso para reponer fuerzas acudirían hasta el Convento de las Hermanas de la Cruz para venerar a Santa Ángela de la Cruz.
