Mesa Redonda “Esperanza Nuestra: Devoción Universal”.
“El cristiano es un hombre de Esperanza”. Con estas palabras, pronunciadas por Don Antonio María Calero de los Ríos, podíamos definir cuanto sucedió, el pasado sábado 23 de septiembre, en el salón de actos de la Fundación ONCE, en la ponencia que cerraba la primera parte de los actos que nuestra Hermandad ha organizado con motivo del III Encuentro de Hermandades y Cofradías de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena.
Participaban en la misma D. Víctor García Rayo, periodista sevillano, Pregonero de las Glorias y director y presentador del espacio “La Pasión”, de El Correo Televisión, NHD Rafael González-Serna Bono, cantante y compositor y pregonero de la Semana Santa, el Rvdo. Sr. NHD Antonio María Calero de los Ríos, S.D.B, profesor emérito de Teología, Miembro de la Pontificia Academia Mariana Internacional y de la Junta Directiva de la Sociedad de Mariología de España, y D. Alberto García Reyes, periodista y redactor de ABC de Sevilla y experto en cante flamenco, si bien no pudo participar, como estaba previsto, porque minutos antes del inicio de la mesa redonda, le fue comunicada su elección como pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2017. Esta designación fue recibida, en el salón de actos, con inmensa alegría y ovacionado cuando subió al escenario para disculpar su ausencia debido al acto de presentación, a los medios de comunicación, que se realizaría minutos después. Su lugar fue ocupado por D. Manuel Marvizón, Músico y compositor. La Moderación corrió a cargo de una gran cofrade, profesor de lengua y literatura española, escritor y periodista, D. Francisco Robles Rodríguez, quien inicio el coloquio con su particular dominio sobre nuestra Semana Santa, subrayando la importancia y significación de la devoción a la Santísima Virgen que asumía en su nombre el carácter universal precisamente en la toponimia de su título, Macarena, como es conocida por el mundo mientras en el barrio, su gente la llama Esperanza. En alquimia semiótica se compendiaba el rigor teológico de un fervor que comparte el orbe católico.
Toda la mesa redonda, el coloquio, se distinguió por las experiencias personales de los participantes, todas cargadas de emociones, de sentimentalidad, que fueron trasmitiendo a los congresistas, que llenaban el salón de actos. Así fueron desplegando esas situaciones que se funden con las sensaciones más íntimas. Recordaba, con la emoción brotando de sus ojos, D. Antonio María, cómo su macarenisno venía ya prendido cuando aún antes de nacer su madre, embarazada, cruzaba la Resolana y se encomendaba a la Virgen de la Esperanza; o cómo el padre de Rafa Serna, momentos antes de partir a la llamada de Dios, le suplicaba que buscara a la Señora que le acompañó hasta su casa por el derrame cerebral que había sufrido, no hubiera podido llegar sólo, para darle las gracias y que tras la insistencia del hijo para encontrarle y cumplir con su deseo, el hombre le comentó “qué quién iba a ser, la Macarena, niño”; o como la última visión del progenitor del maestro Marvizón fue la imagen de la Virgen de Esperanza que se retenía en un marco y que hizo poner al frente de la cama para no dejar de mirarla y “marchar al cielo con su visión”; o como definía Victor García Rayo el enfoque casi divino que la sevillanía mantenía sobre esta Virgen que todo lo llena al terminar participando que “todas la imágenes marianas tenían su devoción, que eran representaciones de la Virgen pero que la Macarena era la Madre de Dios”.
Una mañana plagada de emociones, desprendidas de las vivencias que fueron trasladando la emoción propia a los corazones de los oyentes. Toda una convulsión sentimental para alimentar de Virtud que mana del corazón de María, por obra y gracia de Dios, a quienes participamos de esta mesa redonda donde la Virgen de la Macarena volvió a imprimir, y dejar constancia, de su universalidad devocional y la constancia de que el cristiano es un hombre de Esperanza.
Fotografías NHDª Cristina Paradas y NHDª Sandra Arenas
