Carta del Hermano Mayor a todos los hermanos con motivo de la Navidad

25 diciembre 2020
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El Hermano Mayor dirige una carta a todos los hermanos con motivo de la Navidad, en un año tan difícil como este 2020, marcado por la pandemia.

Aquí podrás descargar la carta.

También podrás leerla a continuación:

Querido/a Hermano/a:

Que la Luz que nos acaba de nacer en el pesebre llene de alegría, amor y esperanza tu vida y la de los tuyos.

Cada vez que te escribo, es un motivo de júbilo para mí; en estas fechas lo es aún más por dos motivos: porque estamos celebrando la venida del Mesías, nuestra Verdad y Esperanza, y porque este año es radicalmente distinto de los anteriores. Hemos transitado un año 2020 que, allá por enero, se presentaba extraordinario para los macarenos ya que nos disponíamos a celebrar el 425 aniversario fundacional de nuestra Hermandad. Sin embargo, la terrible pandemia trastocó cualquier plan humano y nos hizo centrarnos en lo esencial, que en nuestra Hermandad es el culto, la formación y, sobre todo, la caridad. Meses de sufrimiento, de enfermedad y pérdida de seres queridos, de problemas laborales y situaciones de extrema necesidad para muchos de nuestros hermanos, de incertidumbres y de tristeza madura ante la imposibilidad de realizar nuestra Estación de Penitencia y acompañar a la Virgen del Santo Rosario en su procesión gloriosa de octubre. Este Hermano Mayor, y la Junta de Gobierno, han tenido siempre en sus corazones a cada uno de nuestros hermanos, sufriendo por no poder hacer público testimonio de nuestra fe por las calles de Sevilla pero también padeciendo por las malas noticias que nos llegaban de algunos de vosotros o apenados por los problemas que acuciaban -y siguen haciéndolo- a muchos de vosotros.

Esta comunión ante el dolor, esta capacidad de compadecernos del mal de nuestro hermano y empatizar amorosamente con sus circunstancias solo se me ocurre llamarla de una manera: HERMANDAD. Sí, así con mayúsculas, porque en estos meses habéis dado una lección de madurez cristiana y de compromiso con el prójimo, y esos son los ingredientes, junto al culto en espíritu y verdad a Dios y a la Santísima Virgen, que hacen de nuestra Hermandad el hogar de todos los macarenos, que nos hace exclamar aquello que Pedro dijo al Señor: “Maestro, ¡qué bien estamos aquí!”. Qué bien se está en una Hermandad como la nuestra, rodeados de hermanos como tú.

Hermano, en estos meses has dado un ejemplo de amor y de misericordia, y eso ha convertido este año 2020 en verdaderamente extraordinario, no por la celebración del 425 aniversario ni por las imágenes inéditas que la pandemia nos ha dejado para la historia de nuestra corporación, sino por la constatación de que nuestra Hermandad es tan deslumbrante por fuera como por dentro, que todo el esplendor artístico no es sino reflejo de la poderosa luz fraterna que anida en su corazón, que el refulgente patrimonio material es expresión del amor entre hermanos y de su capacidad para sufrir y gozar con el prójimo. Ese ha sido el mejor programa de actos del 425 aniversario, el que hermanos como tú habéis protagonizado y por el que, a buen seguro, Nuestros Sagrados Titulares premiarán bendiciendo vuestras vidas.

Como Hermano Mayor de esta Hermandad que a todos debe llenarnos de orgullo, solo me cabe instarte a que sigas confiando en la Esperanza, porque ante Ella todas las tinieblas se disipan para que brille en todo lo alto el Sol que nos acaba de nacer. Confía, hermano, porque todas las promesas de Dios son certezas en Ella. Confía, hermano, y propágalos a los cuatro vientos a cuantos te rodean: todas nuestras esperanzas se vuelven alcanzables ante Ella,  ante Nuestra Esperanza.

Seguid confiando en Nuestra Esperanza en el nuevo año que está a punto de iniciarse porque Dios nunca defrauda.

Solo me queda desearte en nombre de la Junta de Gobierno de tu Hermandad que pases unas felices Pascuas, viviéndolas con profundidad y alegría extremas, rodeado de las personas a las que amas y sabiendo a los que se fueron ya en la gloria de Dios.

Que el Niño Jesús llene de bendiciones y gracia tu hogar en estas fechas.

Recibe un abrazo fraterno de tu hermano José Antonio Fernández Cabrero.


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