La Hermandad elogia el comportamiento ejemplar y la responsabilidad cívica de los devotos que participaron en el acto reverencial
Que existía una necesidad acuciante de la Santísima Virgen de la Esperanza para muchas personas y que hacía falta su cercanía con los devotos da buena cuenta el balance que la Hermandad de la Macarena realiza una vez finalizados los cuatro días del acto reverencial. Más de 22.000 hermanos y devotos acudieron a la Basílica a encontrarse con la Virgen de la Esperanza en esos cuatro días bajo unas estrictas medidas de seguridad sanitaria y con una organización que ha permitido el flujo constante de personas en la cola y el interior del templo, mantener las distancias interpersonales en todo momento y evitar cualquier tipo de aglomeración. De este modo, se ha cumplido el objetivo principal de la Hermandad al organizar el acto reverencial: hacer compatible la cercanía entre los devotos y la Virgen con el cumplimiento estricto de la normativa anti-COVID vigente.
Este éxito organizativo ha sido posible gracias a que la Hermandad decidió hace ya tres años reorganizar el besamanos de la Santísima Virgen con un itinerario señalizado que agilizara el tránsito, redujera las esperas en la cola y permitiera a un mayor número de devotos besar su mano de una manera más cómoda. Esta apuesta, iniciada en el besamanos de 2017, ha cobrado especial importancia este año de pandemia, con unas circunstancias que dificultaban enormemente la realización de este acto, permitiendo a la corporación macarena, sobre la base de tres años de experiencia, desarrollar el acto reverencial sin ningún tipo de incidente ni situación peligrosa para los devotos.
Buena parte de este éxito organizativo corresponde al equipo de seguridad de la Hermandad, formado por 25 hermanos voluntarios, personal de seguridad y empleados de la propia corporación, todos ellos coordinados por un responsable general con formación específica en esta área. A este dispositivo de la propia corporación hay que añadirle la colaboración del Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Delegación de Seguridad Ciudadana, y de Protección Civil, a los que la Hermandad agradece su disposición permanente, destacando su contribución a que el acto reverencial haya discurrido en una normalidad absoluta.
La pandemia, y las restricciones que impone a usos que en otros años eran habituales, ha obligado a la Hermandad a buscar soluciones creativas que le permitieran mantener la esencia del besamanos a la Virgen bajo el formato de acto reverencial. Entre estas soluciones novedosas, se ha creado un libro de firmas virtual para que los hermanos y devotos pudieran seguir dejando sus mensajes a la Virgen como en años anteriores pero en formato digital. En este libro de firmas virtual, al que se accedía a través de un código QR, han dejado su ofrenda hecha de palabras 165 hermanos y devotos de varios países del mundo.
Una de las preocupaciones de la corporación macarena era garantizar la seguridad de los devotos que asistieran al acto reverencial presencialmente pero también buscar la manera de que aquellos que no pudieran desplazarse también “estuvieran” allí. Gracias a la apuesta pionera desde hace tres años por las nuevas tecnologías y los medios de comunicación digitales, la Hermandad ha podido garantizar que cientos de miles de hermanos y devotos participaran aún en la distancia en el acto reverencial.
En este sentido, se diseñaron varias acciones digitales para lograr la presencia virtual del devoto. En primer lugar, la emisión de una señal permanente en streaming durante los cuatro días del acto reverencial, que ha alcanzado un total de 216.476 visualizaciones. Además, la emisión de los cultos en la Basílica durante estos días: las misas diarias de las 20:30 horas alcanzaron las 30.714 visualizaciones mientras que la Solemne Función del día 18 de diciembre registró las 14.837 visualizaciones. Es decir, más de 45.500 hermanos y devotos han participado en los cultos de la Hermandad durante el acto reverencial a distancia.
Si espectaculares son estos datos, los alcanzados en las redes sociales de la Hermandad durante los cuatro días de acto reverencial reafirman la necesidad que existía entre los hermanos y devotos de tener muy cerca a la Virgen de la Esperanza en este año tan difícil y extraño.
En el perfil oficial de la Hermandad en Twitter se registraron 592.800 impresiones (148.200 impresiones/día), 7.200 ‘Me gusta’ a los tuits (1.800 Me gusta/día) y 1.300 retuits (332 retuits/día).
En la página de Facebook de la corporación macarena se produjeron durante estos cuatro días 14.542 visitas, con 958 nuevos ‘Me gusta’ y un alcance total de las publicaciones sobre el acto reverencial de 1.141.494 personas. Las interacciones llegaron hasta las 210.708 y los nuevos seguidores se incrementaron en 2.487, llegando hasta los 65.782 seguidores totales.
Por último, en Instagram, las publicaciones sobre el acto reverencial alcanzaron 27.200 cuentas y acumularon 9.845 interacciones.
La Hermandad, además, quería que el acto reverencial fuese una oportunidad para que hermanos y devotos, dentro de lo posible, celebraran como una fiesta esos cuatro días. Por eso decidió abrir su Museo a todos los visitantes con entradas a un precio reducido, cuyo importe irá destinado a los fines esenciales de la Hermandad, en especial a las obras asistenciales. De este modo, más de 700 personas pudieron conocer la nueva oferta expositiva de la Hermandad de la Macarena al tiempo que colaboraban con los fines propios de la corporación.
También es destacable que se vendieran 4.100 cartas a los Reyes Magos de El Portal de los Sueños, la iniciativa promovida por los hermanos costaleros de la Hermandad para que ningún niño de las familias beneficiarias de la Asistencia Social se queden sin regalos el próximo 6 de enero.
De nuevo la normativa anti-COVID impidió el tradicional turno de pañuelo, por lo que la Hermandad incrementó los turnos de hermanos en las mesas petitorias para que así un mayor número de ellos -hasta 80- pudiera estar cerca de la Virgen de la Esperanza.
De igual forma, y haciendo un esfuerzo extraordinario, la Hermandad decidió mantener los turnos a puerta cerrada para los fotógrafos a pesar de la escasez de tiempo una vez cerrada la Basílica y del toque de queda. En total, se ha acreditado a 18 profesionales, mientras que se creó un nuevo turno libre para fotógrafos todas las mañanas de un cuarto de hora, que ha tenido una magnífica acogida por parte de estos profesionales.
Todos estos datos, tanto los referidos a la participación presencial de los devotos como a la digital, evidencian, según la Hermandad, que “los hermanos y devotos, y la ciudad de Sevilla, ansiaban encontrarse con la Virgen de la Esperanza tras meses de dura pandemia. Nuestra obligación era, de un lado, propiciar el encuentro de la Virgen con sus devotos y, de otro, hacerlo con responsabilidad, seriedad y rigor, garantizando la seguridad de las personas y preservando la salud pública”.
“El sentido del acto reverencial no era otro que acercar a la Virgen a quienes lo han pasado mal este año para procurarles el consuelo espiritual e insuflarles la esperanza necesaria para afrontar con ánimo el futuro; solo por eso ya ha merecido la pena que la Virgen se situara en el centro mismo de la Basílica esperándoles”, señala la Hermandad.
Por último, la corporación expresa su agradecimiento a los hermanos y devotos por “su ejemplar comportamiento y su disposición a colaborar en todo momento, siguiendo cada una de las indicaciones de los voluntarios de nuestra Hermandad. Han dado un ejemplo de madurez cristiana y de responsabilidad cívica, demostrando que es posible compatibilizar la devoción popular a la Santísima Virgen de la Esperanza con la protección de la salud pública; es de justicia que desde la Hermandad así lo reconozcamos”.